jueves, 13 de octubre de 2011

Matar a Johnny Fry.



Hace unos días concluí este libro que ya tenía tiempo había comprado, pero que no me había animado a comenzar su lectura. Creo que fue un error. Pero pienso que por algo sucedió que lo leyera mucho tiempo después, quizá un poco más maduro, y que esto hizo que el libro me enseñara cosas que no hubiera percibido en otras épocas.
Escrito por Walter Mosley, escritor norteamericano reconocido por la serie de novelas policiacas Easy Rawlins.
El título ya nos encamina a lo que leeremos, sin embargo existe otra premisa que no hay que perder de vista: es un libro con un alto voltaje erótico, según se lee al reverso del mismo. Suena tentador, y más para las personas que se interesan por descubrir otras formas de las temáticas sexuales, los escritos.
La historia va siempre al grano, es decir, tiene una línea narrativa muy concisa, a partir de una problemática central: la infidelidad, basada principalmente en el sexo. El cornudo, en este caso, es el protagonista de la historia: Cordell Carmel, un hombre que vive la monotonía de la vida como algo que se tiene que vivir. Un típico negro norteamericano cuarentón que vive inmerso en su trabajo, siendo un traductor de textos, y que es feliz con su novia, Joelle. Su vida se torna oscura cuando descubre a su novia en tremenda posición sexual con un hombre blanco, increíblemente apuesto, y que lo goza como nunca a gozado con él. Este hombre, como se han de imaginar es Johnny Fry. Es a partir de este acontecimiento que Cordell tendrá que hacer un balance en su vida y comenzar a replantearse qué será de él y su relación, enmarcado todo ello en una crisis existencial y de identidad personal, convertida después en una sexistencialidad.
La vida del protagonista, entonces, se vuelve totalmente un desastre, aunque sabiendo como era su vida anterior podemos decir que se vuelve mucho más interesante: sexo intenso y duro con un sin fin de mujeres, como nunca lo imaginó, sesiones de erecciones y orgasmos placenteros, búsqueda de los por qué de la vida, a través del sexo, y una película porno que tiene como protagonista a una mujer poderosa y controladora, Sysipha. Todo esto cambia su vida por completo.





Realmente esta novela es buenísima, la temática principal, la búsqueda de esa existencia en el mundo y un análisis de lo que podría ser un amor obsesivo le dan un toque contemporáneo y actual, problemáticas que se viven a diario en la sociedad, pero que estamos tan adentro de ella que no lo detectamos o no queremos darnos cuenta. El sexo juega un papel fundamental en la novela, ya que es a través de él que los personajes se abren y nos cuentan sus historias. "Dime como coges y te diré quién eres". Las escenas que se montan en el escrito son muy candentes, muy detalladas, explícitas incluso, y que son el hilo conductor para comprender qué piensan los personajes y cómo viven. Los personajes que aparecen en la novela se leen muy reales, es decir, puede ser cualquiera de nosotros el que se encuentre en las mismas situaciones; sus conductas, sus pensamientos, sus diálogos reflejan a la sociedad actual.
El final es algo memorable, creo que por esto vale la pena el libro, y no por ello estoy haciendo a un lado toda la historia que hay detrás, pero es que es una conclusión increíble, inesperada para el lector. Quizá lo único que observé un tanto raro, es que los lugares, los espacios, no son tan descriptivos, pero eso puede ser intencional, para motivar aún más a la imaginación.
Algo que me encantó, que no creo que el autor lo haya pensado, es que el texto tiene un alto lenguaje cinematográfico, cuando lo leí me imaginé perfectamente las escenas, los encuadres, las tomas, eso me pareció muy interesante, y ojalá algún director de cine se ponga vivo y lleve esta historia a las pantallas grandes. Yo estaría encantado
Ampliamente recomendable, con un lenguaje muy sencillo, vulgar y cochino, pero que sin esto no habría historia. Creo que les va a gustar a muchos, creo que a todos, el sexo es el verdadero protagonista y es imposible resistirse a ello. ¡Ja!
Saludos.


Tomer Hanuka. Playboy Magazine. Illustrating short fiction by Walter Mosley.

No hay comentarios: